Consejo Nacional de Educación

Diversidad de género impacta positivamente en Ciencia, Tecnología e Innovación

Macarena Abarca aprendió sola a programar robots. Cada vez que podía, se llevaba a casa el kit electrónico que había en el taller de su colegio para ver cómo funcionaba. Con 16 años recién cumplidos, acaba de ganar una beca para aprender programación en Nueva Zelandia y participó de las olimpiadas mundiales de robótica que se realizan en EE.UU. como “capitana” de la delegación nacional.

Macarena fue una de las jóvenes científicas que llegó hasta el Centro Gabriela Mistral (GAM) para participar en el lanzamiento de la versión número 12 del Gender Summit, cumbre internacional sobre la participación de la mujer en ciencia, tecnología e innovación, que es organizada por CONICYT y tendrá como sede Santiago.

Durante la presentación, destacados expertos, premios nacionales y representantes del mundo privado, debatieron en torno a factores involucrados en la brecha de género, que impide a las mujeres seguir carreras en ciencia, tecnología e innovación (CTI).

La actividad contó con la participación de la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Claudia Pascual, el presidente del Consejo de CONICYT y Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015, Mario Hamuy, el jefe de la división de competitividad e innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), José Miguel Benavente, la directora de Comunidad Mujer, Alejandra Sepúlveda; y el Premio Nacional de Ciencias 2012 Ricardo Uauy, entre otras destacadas personalidades.

En su intervención, la ministra Pascual destacó el hecho de que la construcción del conocimiento está cruzada por sesgos, estereotipos y roles de género. “La evidencia científica y el debate, nos permite visibilizar las desigualdades que impiden a la mujer desarrollarse en el mundo de las ciencias, la tecnología y la innovación. Los estudios dan cuenta que, efectivamente, las mujeres hemos sido culturalmente formateadas para dedicarnos a otras tareas”, señaló.

José Miguel Benavente, explicó que parte de su trabajo como economista en el BID ha sido investigar cuánto pierde un país cada vez que se presenta menos participación de la mujer en el área científica. “Tenemos evidencia de que, en el caso chileno, estamos perdiendo anualmente, entre uno y dos millones de dólares, debido a los que llamamos sesgo de selección. Cuando las mujeres participan, no existen pruebas de que los hombres se desempeñen mejor que las mujeres, en ninguna de las dimensiones que hemos analizado relacionadas con ciencia y tecnología”, dijo el experto.

Alejandra Sepúlveda, mencionó el estudio de Comunidad Mujer que, tras analizar datos de 25 años, indagó en la dinámica que gatilla estas diferencias, las que se ven modificadas a lo largo de la vida, debido a factores culturales. Si bien, en una primera etapa de la niñez no se aprecian estas brechas, la investigación dice que a partir de los 9 años se comienzan a visibilizar. “Nos dimos cuenta que era una cadena de valor, donde lo que pasaba en la primera infancia, tenía efectivamente, un correlato en la etapa adulta, al acceder las mujeres al trabajo”, explicó.

El Presidente del Consejo de CONICYT, Mario Hamuy, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes y señaló que para la institución “es un orgullo participar como organizador de un encuentro tan trascedente como es el Gender Summit, en un momento tan simbólico como su aniversario número 50 y ad portas de contar con una nueva institucionalidad para la ciencia, la tecnología y la innovación”.

En esta oportunidad, se dio el puntapié inicial al Gender Summit, cumbre internacional que busca discutir a nivel académico, político y empresarial, los impactos positivos que brinda la equidad de género en el progreso de la ciencia, tecnología y la innovación para la región; esto, de manera de generar una discusión abierta y enriquecedora, que nos permita aprovechar todas las capacidades y lograr el desarrollo integral de nuestras naciones.